Mis amigos los invitamos a que adelanten un ejercicio propio de la observación , entrelineas o ubicador de connotaciones del tema electoral. Usted considera que los comportamientos señalados a continuación por LA REPÚBLICA son suficientes argumentos para estigmatizarlos y sugerir una baja en sus respectivas votaciones? AMADO UCROS NOTICIAS:
En tiempos de campaña comienza a surgir una serie de interrogantes sobre las razones por las cuales muchos congresistas son reelectos, a pesar que su labor en el Legislativo ha sido opaca, tienen problemas con la justicia, son morosos del Estado o porque sencillamente no figuran, son invisibles.
En la óptica de los analistas la decisión de los ciudadanos para que estos congresistas continúen en su curul se debe a varios factores, en los que predominan el pago de favores políticos o la misma transacción del voto como tal.
Esta situación ha redundado en que congresistas, como Roberto Gerlein, se perpetúen en su poltrona, tanto que el Senador en mención se ha mantenido en el legislativo desde 1968 hasta hoy y busca su reelección.
Para Pablo Bustos, director de la Red de Veedurías, esta es una situación en la que se sustenta la existencia de “un electorado de estómago, que tienen un voto amarrado porque son beneficiarios de prebendas, favores, contratos”, lo que traduce como “una forma de compra y venta de votos”.
Explica que se sigue utilizando “el voto mercancía” que se alimenta del “alto grado de insensibilidad del ciudadano que poco o nada se interesa en las propuestas de los candidatos”.
El analista Fernando Giraldo no se aleja de esta percepción, pero agrega más ingredientes: “Hay electores que votan por hábito, lo hacen por costumbre; están los que votan por estabilidad, ya sea para mantener un puesto de ellos o de un familiar; los que eligen por tradición partidista, que no les importan los nombres de los aspirantes de la lista sino el partido, y están los que lo hacen por afinidad, porque el candidato le cayó bien o porque es popular”.
El también analista, Ancízar Marroquín, complementa lo anterior al indicar que estos congresistas se mantienen por años en el legislativo porque “tienen sus estructuras políticas bien engrasadas y manejan un poder con cargos en entidades públicas”.
Reconoce que mucho elector en Colombia también vota por la tradición y le dan el sufragio a “los herederos de los apellidos de las familias que han manejado al país en los últimos cien años”.
Finalmente, los analistas coincidieron en que otro elemento que fortalece a estos candidatos es la abstención, ya que eso deriva en que sean elegidos con unos caudales de votos bajos y casi sin competencia.
LOS VIAJEROS
El representante Eduardo Crissien (la U) viajó a Escocia para conocer la industria del whisky.
El representante José Alfredo Genecco (la U) viajó a Las Vegas en comisión para la entrega del premio Grammy Latino al cantante Jorge Oñate.
Los representantes de la U Didier Burgos y Gerardo Tamayo viajaron, durante dos semanas, a China.
El representante Juan Diego Gómez ha viajado a Argentina, Francia, Costa Rica, Tailandia, Brasil, Perú, Estados Unidos e Inglaterra.
La representante Diela Liliana Benavides fue a Perú, Chile, Argentina, Estados Unidos, México y Suiza.
Los senadores viajeros son Manuel Virgüez, Teresita García Romero y Juan Manuel Corzo.
MOROSOS DEL ESTADO
Noticias RCN dio a conocer la lista de los congresistas que tienen infracciones de tránsito sin cancelar.
Senador José David Name (la U). 7 multas por $ 2’063.450.
Senador Germán Villegas (Conservador). 6 multas por $ 1’789.193, pero las habría pagado el viernes.
Senador Álvaro Antonio Ashton (Liberal). 6 multas por $ 1’768.650.
Senador Óscar Mauricio Lizcano (la U). 4 multas por $ 1’500.331.
Senador Francisco Herrera (Cambio Radical). 5 multas por $ 1’462.450.
Representante Heriberto Arrechea (MIO). 17 multas por $ 6’417.447.
Representante Carlos Enrique Ávila (Opción Ciudadana). 8 infracciones por $ 2’108.698.
Representante Jimmy Javier Sierra (Liberal). 5 multas por $ 1’468.356.
Heriberto Sanabria (Conservador). 4 multas por $ 1’551.420.
PARAPOLÍTICA
La Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia pidió emprender investigaciones preliminares en contra de un grupo de congresistas que tendrían nexos con paramilitares, en el proceso de única instancia 26.625. Estos son los congresistas que buscan reelección:
El senador José David Name (la U), tiene indagación preliminar en la Corte Suprema.
El senador Álvaro Ashton (Liberal). Indagación preliminar en la Corte.
El representante Luis Eduardo Diazgranados (Cambio Radical). Indagación preliminar.
Representante Jorge Alberto Gerlein (Conservador). Iindagación preliminar.
Representante Eduardo Alfonso Crissien (La U). Indagación preliminar.
Representante Yahir Acuña (Afrovides). Investigado por la Corte Suprema.
EN LA PROCURADURÍA
De acuerdo con un informe de la Misión de Observación Electoral (MOE) existen congresistas que tienen procesos en la Procuraduría General, entre ellos se encuentran:
Representante Manuel Antonio Carebilla (Cambio Radical).
Representante Guillermo Rivera (Liberal).
Senador Bernabé Celis (Cambio Radical).
Senador Juan Carlos Restrepo (Cambio Radical).
Senador Armando Benedetti (La U).
Senador Edgar Espindola (Opción Ciudadana).
Senador Juan Manuel Corzo Román (Conservador).
Senador Roy Barreras (La U).
Representante Víctor Hugo Moreno (Liberal).
CON OTROS PROCESOS
Pese a que algunos congresistas vinculados con procesos como el de la Dirección de Estupefacientes han negado su responsabilidad, esos casos siguen vigentes y aún así buscan reelegirse en marzo. Entre ellos:
La senadora Myriam Paredes (Conservador). Investigada por presuntos manejos irregulares en la Dirección Nacional de Estupefacientes.
El senador Hernán Andrade (Conservador) también se encuentra vinculado en un proceso por el escándalo de Estupefacientes.
El expresidente del Senado, Juan Manuel Corzo (Conservador) tiene un proceso por posible tráfico de influencias. Su caso se encuentra en manos del Consejo de Estado.
El senador Roy Barreras, del partido de La U, tiene un proceso abierto en el Consejo de Estado por supuesto conflicto de intereses dentro del escándalo del ‘carrusel’ de la contratación en Bogotá.
Colprensa