La Corrupción es la principal causa de desigualdad en el Planeta - amadoucrosnoticias.blogspot.com - El Espectador -

 En diálogo con El Espectador Francisco Caamaño explica cómo se debe prevenir y combatir este delito transnacional.


¿Cómo esta Colombia en términos de corrupción?
La corrupción abarca un amplio abanico de conductas y aptitudes. Unas son muy conocidas (sobornos, fraudes, financiación ilegal, blanqueo de capitales) pero otras son mucho mas sutiles (tráfico de influencias, informacion privilegiada) y requieren toda una cultura de la transparencia y la responsabilidad en el ejercicio del poder público nada fácil de imponer. Es aquí donde Colombia, como otros muchos estados lo tiene más difícil. Para avanzar, primero debe reconocerse el problema y concientizarse de su gravedad pues no hay corruptos sin corruptores.
¿Cómo se crea esa cadena de corrupción que tanto nos afecta?
Aprovecharse de los demás para obtener beneficios particulares es algo tan antiguo como la humanidad. El salto se produce cuando para obtener ese beneficio se utiliza el poder del Estado. Cuando esto ocurre, la corrupción se generaliza, creando círculos de intereses privados, tráficos y prácticas ilícitas, conocidas y, en muchos casos consentidas, que acrecientan la desigualdad, confunden el interés público con el privado y, lo que es más grave, deslegitiman al estado como árbitro de la vida social. Llegando a ese punto, como diría Hobbes, el hombre se convierte en un lobo para otro hombre y la democracia no puede subsistir.
¿Cómo la corrupción logró convertirse en un fenómeno transnacional?
El enriquecimiento injusto siempre se ha resguardado en las fronteras. Una vez cruzadas, nuevo estado, nueva vida. Incluso hay estados que favorecen y animan esas conductas paraísos fiscales, imposibilidad de extradición. La economía globalizada exige de una mayor colaboración internacional. El estado isla es incapaz de combatir la corrupción. Si los corruptos piensan en global los estados no pueden permanecer paralizados en sus fronteras.
¿Es posible prevenir la corrupción?
Por supuesto, aunque requiere una acción combinada y sostenida en el tiempo.
¿Cómo se debe combatir la corrupción?
En primer lugar, siendo conscientes del problema. Solo un control social fuerte, solo una sociedad armada con los valores de la responsabilidad, la rendición de cuentas, la solidaridad, el compromiso con lo público y la transparencia puede imponer la decencia ante la fascinación por el poder y el dinero fácil. Reforzar la cultura de lo público mediante el establecimiento de un sistema de alertas tempranas que nos adviertan sobre las áreas de confusión entre lo público y lo privado; premiar a los buenos servidores públicos; establecer organismos colegiados e independientes de control, reclamar la colaboración internacional. Todo ello unido a una buena legislación legal y administrativa puede iniciar el camino para cambiar el rumbo.
Usted fue ministro de Justicia de España, ¿cómo combatió la corrupción para que no permeará la rama judicial?
Esa no es una cuestión preocupante en España. La independencia del poder judicial está garantizada en el día a día por un órgano independiente, el Consejo General del Poder Judicial, que es a quien corresponde ascender o sancionar a los jueces en el ejercicio de su función, por tanto, el ejecutivo no puede influir sobre los jueces y esa cultura de respeto a la independencia judicial hace que la idea de sobornar a un juez sea algo impensable y sumamente perjudicial para quien pretenda intentarlo. En España tenemos casos de corrupción pero no se conoce que estén implicados jueces, fiscales o funcionarios de justicia. Nuestra justicia tiene muchos problemas pero la corrupción no es uno de ellos.
En un país bipartidista como España en el que el poder pasa del PSOE al PP ¿Qué se ha logrado hacer en España para evitar la corrupción?
Desgraciadamente, a pesar de los esfuerzos hechos con la llegada de la democracia, en mi país estamos viviendo preocupantes episodios de corrupción vinculados mayoritariamente a la financiación de los partidos políticos que admite donaciones privadas. El crecimiento económico de mediados de los noventa a costa de la especulación urbanística creó redes corruptas en los minicipios en las que operaron mutuamente promotores, contratistas y políticos locales. Estos últimos fueron ascendiendo y trasladando a sus organizaciones vías de financiación ilegal. La Trama Gürtel, la operación Malaya, la Palma-arena y otras muchas han puesto al desnudo la realidad de la situación. La fiscalía y los jueces están combatiendo esa corrupción. Pero nos costará algún tiempo reponernos porque el daño a la democracia ha sido notorio.
¿Qué debe aprender Colombia de su experiencia?
Que siempre hay que estar alerta. Que todo esfuerzo de prevención siempre debe ser acogido y que la corrupción cambia a la misma velocidad que cambian las formas de generar riqueza.
¿Cómo se debe concientizar a las nuevas generaciones para que no caigan en este tipo de delitos?
En primer lugar explicando sus consecuencias y, en segundo lugar, dando ejemplo de transparencia, de defensa de la virtud cívica y de condena severa a quien antepone su lucro personal al bienestar colectivo.
El fraude electoral es una forma de corrupción, ¿cómo se debe enseñar a nuestros gobernantes a no comprar votos y ganar honestamente?
Quienes hacen trampas en las elecciones son indignos para el gobierno. El sistema electoral debe ser transparente y disponer de sanciones muy graves para aquellos que pretandan manipularlo fraudulentamente. Con la voluntad del pueblo no se juega. Pero también es importante que la ciudadanía sea consciente del valor y la trascendencia de su voto. Educar en una cultura democrática es, por ello mismo, una tarea primordial. Quien vota a cambio de un favor o de dinero no está apoyando a un futuro amigo, sino a un enemigo que acaba de saltarse la ley para alcanzar su propio interés.
¿Qué expectativas tiene de venir a Colombia a un evento como este?
Conocer más directamemte la realidad del país y del área, intercambiar experiencias y poder colaborar con otro granito de arena en la lucha contra ese gigante del mundo globalizado que es la corrupción. Para mi, la principal causa de desigualdad en el planeta tierra.
Como docente, ¿cómo se debe enseñar a no ser corrupto?
Informando sobre lo que es, sobre las diversas formas bajo las que se manifiesta y los remedios que existen para combatirla. Porque no todos los políticos son iguales, ni todos los empsarios, ni todos los empleados públicos. Y, sin embargo, la corrupción nos afecta a todos. Pongamos en valor lo público y persigamos con rigor a los corruptos y a los corruptores.
¿Cuál va a ser su mensaje para los Congresistas colombianos?
Construir un pais mas justo no es fácil, pero tampoco es un sueño imposible. Hay temas en los que todos los demócratas debemos trabajar juntos, por encima de ideologías o posiciones partidarias. La lucha contra la corrupción es uno de ellos. Cada paso en esa lucha se convierte en una autopista hacia una sociedad mejor.
¿Cuáles son los llamados de urgencia para que Colombia combata la corrupción?
No soy yo quien deba decir a los colombianos como gestionar su país. Pero sí decirles que en esta lucha no están solos y que, juntos, con firmeza la comunidad internacional podrá ganar la batalla de la dignidad e impedir que algunos puedan disfrutar de los beneficios obtenidos a consta del sacrificio ajeno.
Cgonzalez@elespectador.com

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